La semana de la moda de Nueva York comenzó regular, pero terminó muy bien. Con Givenchy, Riccardo Tisci hizo un show en el que fue reiterativo, poco propositivo e inaportante, al pretender "rediseñar" looks que ya habíamos visto en pasarela; Pero la pasada noche el cierre de Marc Jacobs fue todo un suceso exuberante y glamoroso.
El espectáculo era una total carta de amor al cine, había bebidas, palomitas y niñas ofreciendo dulces, y que otro lugar para escribir esta fashionfrenica carta de amor que el teatro Ziegfeld, al que por supuesto acudieron celebridades como Bette Midler, Winona Ryder, Sandra Bernhard, y Sofía Coppola. Afuera, las modelos incluyendo a Bella Hadid, Guinevere van Seenus, Emily Ratajkowski, y la cantante Beth Ditto caminaron por una alfombra roja, posando para las fotos antes de que Marc Jacobs hiciera la entrada triunfal a su premiere.
El Ziegfeld es el teatro más grande y uno de los sobrevivientes de Manhattan, donde la nostalgia se convirtió en la fuerza más poderosa en la obra de Jacobs. Esta temporada se entregó sus insaciables, tendencias católicas: alta cultura, coristas, y con un toque de Janet Leigh en Psicosis, se mezclaron en la pasarela.
Definitivamente Marc Jacobs cerró con broche de oro, con una colección que debe ser premiada, estaba llena de detalle y significados ocultos, cosa que la hizo totalmente irresistible.
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