Los maxi abrigos de piel remiendo vestidos de encaje diminutos, nos envolvieron en la estética tradicional de Roberto Cavalli; que acompañados por botas de plataforma, y bufandas de lúrex que se arrastraban, traducían la moda de principios de los años 1970 a esta temporada.
Cavalli siempre ha vestido a las mujeres sensuales y ostentosas, pero esta temporada esa estética se trató de actualizar con materiales significativos, que les costo muchas horas para producir, sobretodo el terciopelo raya-tigre, los encajes de tejido dorado, los bordados barroco, y todas las sedas de textura brillante que entraron en las siluetas el talle alto, y skinny, que estallaron en trajes de pantalón, que nos hacían agradecer a los artesanos que hicieron esta colección.
Como muchos otros en esta temporada usaron el encaje y la estética de otras décadas. Pero en la casa Cavalli con el trabajo manual, y la mezcla de materiales fueron fieles a su estilo; y eso es de agradecer.
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