Esta como siempre fue una gran exhibición, ademas que permitió a Jeremy Scott profundizar en esos juegos visuales que tanto ama. Algunos de los vestidos de noche parecían tener marcas de quemaduras en cortes irregulares; otros literalmente ahumados, como salidos de una perfecta hoguera de vanidades y mucho glamour.
En medio de una vibración excesiva de caderas, y voleos de faldas ball, entre las nieblas de vapor aparecieron las modelos haciéndonos pensar en una palabra ¡Brillante!.
Todos los looks en la pasarela eran especiales por igual, y mostraban gran trabajo en ellos, desde los velos chamuscados, el sombrerero de Stephen Jones, y la parte de cigarrillos con brasas de cristal. También se levantó el rojo y blanco, que es grafía icónica de Marlboro, pero intercambiándolo por Moschino, y cambiando la advertencia de salud familiar "fumar mata", por una más acentuada... "mata a la moda."
En definición esta pasarela estuvo llena de moda y genialidad por doquier, desde el marco por donde salían las modelos, su actitud dramática y ni hablar de los atuendos. Como siempre Jeremy Scott robándose el show con uno de nuestros favoritos Moschino
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