La firma de herencia italiana, que siempre es sinónimo de trajes lisos y ropa deportiva para el jet-set, se despierta un día y asume una apariencia romántica un poco más femenina. La transformación de Gucci ha estado encabezada por blusas de seda, camisas de encaje y una actitud diferente, que al instante resonó en todo el mundo de la moda. Se encendió una tendencia de modelos con la sexualidad ambigua y abanicó la tendencia andrógina todo el camino de la pasarela.
La pasarela en Milán, fue el debut anunciado de los hombres reales del nuevo director creativo Alessandro Michele, ya que aún no había sido nombrado formalmente como el sucesor de Frida Giannini.Este aprovecha y lo hace con todo, presentando una propuesta con una nueva estética atrevida. La colección de primavera amplifica su enfoque idiosincrásico, "sin género", como nos muestra en su colección llena de aires de los setentas, bordados floridos de aves exóticas, mariposas y flores.
Bueno a decir verdad, la colección estuvo exquisita, la renovación se ve muy bien. Pero, ¿qué van a decir los clientes? Sus primeros diseños para el otoño ya han aterrizado en las tiendas Gucci de Milán y la Rue Royale, en París, y pronto golpearan a otra de las tiendas de la compañía. "Super bueno", es como el director ejecutivo describió la reacción del consumidor inicial, mostrando una gran sonrisa.
Esperemos no se estén equivocando.
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