Ricardo Tisci cambió el romance, y la sencillez de la temporada pasada, y la adaptó a la psicodelia y la mística. Los mándalas decoraban blusas y vestidos con la espalda descubierta, el Ojo de Horus, y otra iconografía egipcia aparecieron en vestidos estampados. Y eso fue sólo la parte de la historia. Tisci también exploró la sastrería militar, de abrigos y chaquetas llenos de cortes, combinándolos con pantalones cortos, y botas hasta la rodilla. Por otro lado, salieron a relucir las manchas de leopardo, y la piel de pitón; el entramado de sus hombres en enero volvió a aparecer, y también hizo algunas chaquetas de cueros metálicos poco fabulosos, para dar la idea de alas del pájaro egipcio.
Lo que no entendimos de todo este show, es el hecho de que Tisci nos da un discurso de inspiración donde habla de Icaro y el laberinto (Mitología griega). Mientras nos muestra una colección con una fuerte identidad egipcia.
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