Nicolas Ghesquière da la nota más alta por su ultima colección en Louis Vuitton, y en un largo mes de espectáculos, editores, y compradores que hacen listas de superlativas. Uno de los mejores espectáculos de la temporada los presento Nicolas, la cual estaba llena de piezas fáciles de amar, y de usar.
Entre 200.000 piezas de espejos rotos pegados a mano, Ghesquière nos mostraba el viaje de una mujer que podría ser una heroína digital, como una especie de Tomb Raider. Por otro lado a Nicolas Ghesquière se le conoce como el gran experimentador, gracias a su década y media en Balenciaga; aunque sus colecciones más queridas no golpearon ligeramente en la calle.
Para destacar, nos gustó mucho el aspecto de la cremallera frontal, las chaquetas moldeadas a la cadera que iban con pantalones bondage a la medida, y las capas de cintura cortada con solapas de protección exagerada. Toda esta diversidad de la ropa, fue acompañada de una amplia gama de bolsos, donde el más llamativo fue un estilo aparentemente inspirado en una bolsa de plástico de doble cargadera. Aunque también cabe decir, que la sección final de vestidos en lentejuelas, se parecía un poco a una colección de finales de los 9's0 del diseñador Martin Margiela.