En la temporada pasada Zuhair Murad viajó a través del cosmos, ahora está de vuelta en la tierra y su viaje es ahora a través del pasado, en el cual se dedicó a revisar las faldas panier que estaban al servicio de Isabel I. Se podría decir que quería poner a las mujeres en una "jaula de oro ".
Una arquitectura de curvas en crinolina y velo de tul, crearon la ciudad de vestidos tatuados en piedras preciosas, haciendo figuras como la hiedra y flores hechas de bordados. También habían muchos tipos de encaje, pedrería, organza, lentejuelas, pero lo mas protagonico fue una cascada de bordados florales en 3-D, donde cada pétalo fue cosido en forma individual sobre vestidos cortos y largos, extendiendo sus tentáculos sobre el entramado de la corsetería.
Aunque dijo que no estaba pensando en las alfombras rojas, se podría fácilmente imaginar a algunos de estos vestidos en unas de ellas. Todo fue una vorágine de atuendos hermosos pero, lo seguimos viendo en una zona confort de la que no parece querer salir... Muy bonito todo, pero era mas de lo de siempre.
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