El broche de oro en los desfiles de Alta Costura en París lo pone Zuhair Murad, donde un cielo estrellado ha servido de inspiración al diseñador, que hace su aparición con una colección en la que claramente vemos sus grandes y característicos sellos: El estilo de princesa llenísimo de brillos y volumen, y los enterizos bota campana con escotes en V y abrigos de piel, impregnados del espíritu glamorosa de los años setenta. Los vestidos se llenaron de constelaciones en forma de apliques de pedrería, diademas y cinturones con forma de estrellas, y aunque la paleta de color fue dominada por el negro también hubo espacio para el verde, el rojo y una gran gama de tonos azules.
'Space Oddity' de David Bowie fue la banda sonora del desfile,pero esta no fue una elección muy casual que digamos, ya que la música hilaba a la perfección con la temática de la colección: Las estrellas, las capas, las estolas de piel y la estética setentera llena de ese bien llamado 'glam'. Aunque cabe decir que el broche de oro lo puso Murad con un espectacular, glamoroso y altisonante vestido de novia con que el que cerró su 'show'.
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