Durante el verano Michael Kors y su esposo Lance LePere visitaron la isla Ellis, y se enteraron de la llegada de sus abuelos inmigrantes a los Estados Unidos. La experiencia lo hizo sentir más patriótico, y más abierto, cosa que se contagió en la nueva colección S-S 2020. Como siempre, Kors hizo una exploración de la ropa deportiva estadounidense, aunque esta vez dándole una inclinación hacia los años 40 porque según el ese fue el último momento en que el país se sintió unido. "El mundo estaba agitado y los estadounidenses se arremangaron y se pusieron a trabajar", dijo.
Para la NYFW Michael Kors reinventó este período en su característico estilo optimista. La paleta de color era muy navy; era roja, blanca y azul, y los vestidos estaban salpicados de estampados de limón y cereza. Tuvo muy presente que la sastrería siempre es un fuerte, tenía los infaltables cuadros para la ropa de hombre con detalles militares. Nicole Kidman, que se sentó en primera fila junto a Kate Hudson y Yalitza Aparicio, parecía particularmente cautivada por un enterizo azul marino de corte cruzado con rayas doradas.
Para ayudarlo a expresar toda su creación, contrató al Young People’s Chorus de Nueva York (el tercer coro en la NYFW) para cantar los éxitos de Don McLean y Simon & Garfunkel. Y la multitud aplaudió "Love Train", agradecida por la pasarela lena de patriotismo.
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