La mezcla de jeans rasgados salpicados por la lentejuela, y una parte superior fabulosamente mixta con estampados de leopardo, mangas pierna de cordero, también salpicada pero esta vez por el Swarovski de la firma de moda Dsquared², nos recordaba al octavo de los álbumes de la serie "Las aventuras de Tintín. El cetro de Ottokar de Hergé" y sus bailes y elegantes atuendos.
En fin, hubo mucha variación en los detalles, y el orden de las partes de estos conjuntos, a veces había una minifalda de tafetán, o un pantalón de lana de rayas militar, o la chaqueta de un director de orquesta. El caso fue que todo tenia infinitas variaciones, pero venían de un mismo tema, lo cual lo hacia muy entretenido y a la vez exagerado, sin contar de la estratificación colmada de joyas en brillando en un rugido animal.
Pero a pesar de la infinita cantidad de variación en el juego de la moda, el lapso en el que se juega sintió un poco limitado en cuanto a la pregunta de la producción para ser adquirido, y la variedad de prendas para el cliente. Por que ok, se compran una hermosa chaqueta de este estilo ¿Pero si se compraran dos?
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