La fuerza de temple romántico de Givenchy.

No puede haber muchos bebés de un año de edad con su propio asiento de primera fila en la Semana de la Moda de París. Mademoiselle North west, vestida a la medida de Givenchy se sentó junto a sus padres, Kanye y Kim, mientras disfrutaba del show con tía  Kendall en la pista.
La familia, sin duda parecía parte del espectáculo que incluía vestidos de sexy negro con atados, corpiños encorsetados y faldas de encaje, lleno de pura fuerza y aire romántico.
Estos vestidos que sin cuartel feroz, reforzados por las botas altas se asociaron con todo esto, compensando con la artesanía divina que había en juego. El encaje aquí era de tan fina y delicada pureza, que parecía que podría flotar en la pasarela y ni hablar de los bien aprovechados chalecos sin respaldo hechos a mano de cuero rígido con paneles de cocodrilo. Blusas Piratas, volantes, chaquetas de hombros estrechos adornados con cordones y encorsetadas manteniente la silueta apretada y magra de forma estupenda.

Pero como nada es perfecto y menos en el mundo de la moda... La única observación de color en esta colección que fue totalmente monocromática, llega en forma de un vestido de cuero de color rosa carnoso que parecía haberse inmiscuido sin que Riccardo Tisci se diera cuenta, sin embargo y a pesar de esto la colección se vio magistral mostrándonos unas amazonas y gladiadoras llenas de glamour y belleza.