Una cortina púrpura se levantó para desvelar una pirámide vieja y alambrada dejando al descubierto la colección de la casa Gucci titulada "El Jardín del Alquimista: un Laboratorio Anti-Moderno". Y es que el diseñador Alessandro Michele concibió un jardín más allá de la realidad, inspirándose en casi todos los lugares que uno podría esperar y unos cuantos lugares que uno no lo haría; acá había indicios del Renacimiento, la Inglaterra victoriana, la discoteca de los 70's, el exceso de los 80, la logomanía de los 90's; Hubo miradas a Asia, América del Sur, Europa, incluso cruzó las barreras de la clase: Algunos modelos llevaban esposas o gargantillas para denotar la servidumbre, a veces incluso los animales estaban mezclados, con un suéter de una mariposa y la palabra "Chiroptera", que significa murciélago. La colección también contó con una colaboración entre la maison Gucci y el artista Coco Capitan que ofrecía el logotipo de Gucci con el "sentido común no es común" escrito en el frente; Otro era una sombrilla con "Tomorrow Is Now Yesterday" garabateado. Había tanto que ver al mismo tiempo que uno ni sabía por dónde empezar, y los fashionfrenicos teníamos que ser rápidos, ya que los modelos corrían a través de la pasarela; aunque si pensamos bien, la alquimia es el arte medieval de purificar o transformar los metales básicos en oro... Entonces ¿por qué Alessandro Michele no podría ser el nuevo alquimista del glamour? Hay que ver que en muy poco tiempo el se ha establecido firmemente como un genio creativo poderoso en la industria de la moda, y las colecciones para Gucci han proporcionado golpe tras golpe a sus competidores, desde la alfombra roja al estilo de la calle, de la editorial al más crudo piso de ventas.
¡Bravoh Alessandro! ¡Viva Gucci!
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