No sabemos si fue el rápido ritmo de las modelos o su feroz gama de estilos, los que convirtieron esto en una actuación llena de variedad en Lanvin.
La pasarela se organizó a través de "actos". En primer lugar, Daywear pantalones y blusas con mangas globo o volantes ondulantes en blanco y negro, los cuales fueron seguidos por los vestidos de chic de seda sencilla y otros de cóctel con siluetas escultóricas. siguieron las parodias de jersey drapeado y vestidos para la alfombra roja y piel expuesta, respaldados con corsetería al desnudo, dieron paso a ciertas cosas locamente diseñadas, brillantes con unas piezas que parecían una mala copia de Moschino y Chanel.
En definitiva toda esta colección enérgica, fue exitosisimamente recibida por todos los fashionfrenicos presentes, y Sr. Alber Elbaz de nuevo se lucio con un muy buen trabajo. Sin embargo, hay poca necesidad de explicaciones con historias de fondo, cuando la conveniencia trascendente de la ropa, quien habla por si sola y directamente a un público como lo hizo esta.
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