Las contradicciones del estilo británico del siglo 20, más de un toque de los punks sin su aspecto de tachuelas, le dieron forma a una colección tanto romántica como satírica. Chaquetas gruesas y vestidos para la levitar en una suntuosa cena también recibieron una mirada en la pasarela de Galliano, Pero lo más destacable de esta colección fueron sin duda los vestidos, ya que estos llegaron en varias siluetas sin dejar de ser románticos, apenas habían algunas pocas versiones en lentejuelas, otros con paneles de encaje, y otros que contaban con varios niveles de volantes. El estilo más llamativo era el de lunares negros sobre blanco, parecían muy adecuados, aunque las mujeres de hoy probablemente se inclinarán por los esponjosos encajes.
No sabemos aun como terminar de digerir esta colección, tal parece que John Galliano debería concentrarse un poco mas en su propia firma, y no dejar todo en manos de Bill Gaytten.
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