De un blanco inmaculado se pintó la última colección con la que Alexander Wang cierra su ciclo en la maison Balenciaga... Lástima que su cierre no fue con broche de oro.
La colección que da por terminado el trabajo de Wang en Balenciaga, tenía impreso el estilo de la lencería noventera, llena de una belleza simple y sin pretenciones; sin pretenciones y sin nada más que pudiéramos decir "Wow se fue por la puerta grande, cerró con broche de oro" como cuando Jaccobs salió de Louis Vuitton.
Por otro lado las modelos famosas y protagonistas de esta temporada brillaron por su ausencia, sin embargo esto no estuvo nada mal, ya que Zoe Kravitz nos dio la sorpresa de la PFW al salir estupenda sobre la pasarela, dejando atrás el look dark, y convirtiéndose en toda una princesa blanca y etérea.
Un adiós a Wang Que nos hace preguntar, si en verdad renunció o lo despidieron.
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