La Maison Margiela nos lleva a un mundo surrealista lleno de divas de mirada penetrante, con un look que nos decía a gritos que dejaron de ser la presa para volverse cazadoras.
Una paleta de colores que incluía desde los tierras a los neones, sin dejar de lado el negro ni las transparencias. Las siluetas fluidas le daban a la colección ese toque vintage de los abrigos de los 50's y las batas tipo negligee un aire de seducción inigualable.
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