Los ingresos reales de los hogares italianos han disminuido un 10% en los últimos diez años, mientras que la tasa de desempleo, que durante los primeros meses de 2013 se situó en el 12%, ha alcanzado su nivel récord desde 1977, subraya el estudio.
En este contexto, está previsto que las ventas de bienes de gran consumo en el sector no alimentario bajen todavía un 6,1% en 2014, después de la caída del 7,2% en 2013, según el informe.
Esta alarmante situación se confirma gracias a otros estudios. Según el último indicador del consumo de Confcommercio, la confederación italiana de comerciantes, los sectores de la confección y del calzado registraron un descenso de las ventas, en volumen, del 5,9% en el primer trimestre de 2013 y del 2,3% en el segundo. Además, Confcommercio afirma que los ingresos de los hogares italianos han bajado a niveles de hace 25 años, ya que en 1988 eran de 1.033 euros, como los de 2013 (1.032 euros).
La Cámara de la moda italiana, que recientemente presentó sus previsiones para 2013 y principios de 2014, llega a la misma conclusión. Aunque en los últimos cinco trimestres la cifra de negocio de la rama textil y moda ha seguido creciendo en los mercados extranjeros “alcanzando nuevos récords históricos”, en el mercado doméstico no han dejado de desplomarse.
“En el segundo trimestre de 2013, las ventas en Italia han llegado al nivel más bajo de los últimos 13 años, registrando un descenso del 30% en referencia al nivel del año 2000”, asegura la Camera della Moda en su informe “Fashion Economic Trends" realizado por Hermes Lab. “En términos reales, es decir, sin tener en cuenta el efecto de la inflación, el volumen de negocio del sector moda en el mercado interno se ha visto reducido a la mitad en 13 años”, concluye.
“La situación es crítica. Las ventas durante el periodo de rebajas de verano han registrado una bajada de cerca del 10% en comparación con el año pasado. Y las perspectivas para finales de año no son mejores, sobre todo para los bienes de consumo que no son de primera necesidad, como los sectores del calzado y del vestido. Estamos frente a una crisis estructural, ligada a una fuerte tasa de paro”, analiza Giorgio Fiori, director de Confcommercio d’Ascoli Piceno (centro de Italia).
Tocados por la crisis desde hace algunos años, los comerciantes italianos se han adaptado. “No es una catástrofe, pero la situación es compleja. Hoy en día, el italiano gasta menos, y las tiendas que no se encuentran en las grandes ciudades y que no tienen acceso a la rica clientela turística sufren”, resume Beppe Angiolini, presidente de la asociación de compradores italianos.
“La gran crisis, ya la pasamos a finales de los años 90. Desde entonces, nos reorganizamos reduciendo considerablemente nuestra oferta. Dejamos de proponer la línea masculina y la lencería para centrarnos en la moda femenina. Y, sobre todo, compramos mucho menos”, explica la propietaria de un pequeño comercio de Milán.
En cambio, el consumo de bienes de lujo en Italia crecerá un 2,5% en 2013, según las previsiones de Altagamma. Sin embargo, tal y como apunta Armando Branchini, vicepresidente de dicha asociación que reúne a las empresas italianas de lujo, “nuestro mercado interno no está todavía en fase de recuperación, la política de austeridad seguirá presente durante varios años. Como los dirigentes políticos no son capaces de reducir la deuda pública, tendrán que aumentar las entradas de bienes con tasas e impuestos, cosa que repercutirá en el consumo”.
Por Dominique Muret
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