¡Por fin! gracias Valentin Yudashkin por esa pasarela.
Ya nuestros ojos necesitaban ver un fashionshow tan suntuoso y elegante como este, una pasarela llena de una exquisitez y cuidado. Los atuendos cada uno brillaban con luz propia, hasta nos atrevemos a decir que no hubo uno malo, aunque la paleta de color no fuera tan amplia, los acabados y texturas compensaban de gran manera y le daban a cada una de las salidas el protagonismo que se merecían (que era mucho).
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