(Otoño/Invierno 2004-2005)
Unir dos tejidos tan dispares como el tartán y el bisón solo es tangible y exitoso en el imaginario de Jacobs.
La reinvención del shopping bag en su desfile de primavera-verano 2007.
La era high-tech. en su desfile de primavera-verano 2006.
Marc sorprendió a los asistentes con una pasarela de aspecto ultratecnológico.
Christina Ricci, modelo. En su desfile de primavera-verano 2005.
Desafiar las normas, otro de los leit motiv del favorito de Anna Wintour.
Transparencias de enfermería. En su desfile de primavera-verano 2008.
¿El resultado? Una deliciosa oda a la feminidad que las top models demostraron con orgullo, y una confirmación de que solo Marc sabe crear colecciones excelentes mientras deja una huella icónica.
El péplum barroco. En su desfile de otoño-invierno
Todos recordaremos el original conjunto orejas de conejo incluidas que Madonna lució en la gala del Metropolitan.
La nocturnidad del Art Nouveau. El desfile de primavera-verano 2011
En 2010 en París, Marc dotaba de teatralidad su propuesta y los cuellos halter, los flequillos bicolor y los labios en carmín aportaban el dramatismo restante.
Kate Moss y el bondage. El desfile de otoño-invierno 2011/2012
Cuero, uniformes de sirvienta con misterio y la más pura estética dominatrix fueron las encargadas de dar paso al giro dark de la firma en la colección de invierno de 2011.
¡Welcome to the candy shop! En su desfile de primavera-verano 2012.
En el Carrusel del Louvre presento la colección de primavera/verano de 2012 esta escondía tras sus caballos giratorios una vuelta a la feminidad más naïf.
De par en par, En su desfile de primavera-verano 2013.
Unas escaleras mecánicas dobles, de las que bajaban todas y cada una de las modelos del desfile, siempre de dos en dos.
Secretos de alcoba. El desfile de otoño-invierno 2013/2014.
El Gran Hotel erigido por Vuitton para mostrar la colección de este otoño marcó la más absoluta de las tendencias de la temporada: el pijama urbano.
Bye bye, Marc! En primavera-verano 2014
Y el último desfile llegó. Lo que ha sido como un simbólico funeral, con piezas icónicas de otros desfiles una fuente gigantesca, un reloj, las escaleras mecánicas, un ascensor... Pintadas de negro se ha transformado en una eufórica celebración.
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