La sede de Gucci en Milán se transformó en un quirófano para mostrarnos su espectáculo Otoño / Invierno 2018, las paredes estaban de color verde hospitalario, las sillas eran del mismo estilo plástico que se usan en las salas de espera, mientras que las modelos caminaban alrededor de las mesas de operaciones. Según el Instagram de Gucci, "El concepto refleja el trabajo de un diseñador: el acto de cortar, empalmar y reconstruir materiales y telas para crear una nueva personalidad e identidad con ellos". Y es que bajo el mando del director creativo Alessandro Michele, Gucci ha consolidado sus desfiles como un espectáculo imperdible, y esta temporada no fue la excepción.
Desde la invitación para el show FW18, Gucci fue dando "alerta naranja", y contando los minutos antes del show les llegó a los editores en una bolsa con cierre de cremallera una advertencia: "Aviso parental, contenido explícito". Luego entendieron el porque al ver a los modelos caminando por la pasarela llevando cabezas cercenadas, un dragón y una serpiente (La misma serpiente utilizada en otros diseños de Gucci). Según la marca, el dragón fue "Inspirado por la 'Leyenda del bebé dragón en el frasco', la verdadera historia de un autor que organizó la búsqueda de un bebé dragón en su garaje en Oxfordshire, Inglaterra".
A parte de estos particulares detalles, en la colección habían muchos sombreros, las modelos fueron enviadas por la pasarela en pasamontañas, máscaras, pañuelos de cabeza, y por supuesto con los elaborados sombreros, además de los revestimientos enjoyados inspirados en el niqab (Un velo que cubre el rostro y se usa por algunas mujeres musulmanas). Lo cierto es que Alessandro Michele fue quien marcó la tendencia global el año pasado, y con este desfile tal parece que se anoto otro triunfo.
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