Ha pasado ya más de un año desde que Marc Jacobs dejó su puesto en Louis Vuitton... Buena o mala idea, eso de separarse es duro, aunque sea para dedicarse a su propio marca.
El show de esta vez fue algo muy diferente, con un telón de fondo diseñado por Stefan Beckman inspirado en la pintura de Jeremías Goodman Jacobs gritaba: "Estoy de vuelta!".
Y es que al paso de los años, Jacobs siempre ha producido ese sentimiento obsesivo de amantes de la moda más fiable que la mayoría de diseñadores. Y esto se comprueba cuando las modelos desfilaron con sus pulidas botas de charol y los abrigos de apariencia pitón, con los chorros de bordados para vestidos largos, y las siluetas rectas que se sentían libres a pesar de sus remolinos de lentejuelas. Todo esto ante las miradas y el bombeo de la sangre de los asistentes.
¿Las faldas plisadas, las chaquetas de manga cordero hicieron una reaparición?.. Es difícil de decir, no están de manera inconsciente en este colectivo de tendencias a principios de 2015, pero, ¿quién sabe? Como diría a legendaria y citable Diana Vreeland:
Sólo Jacobs puede habernos dado lo que nunca supimos que queríamos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario