miércoles, 9 de marzo de 2016

La nota más alta de París. Louis Vuitton RTW, París Fashion Week 2016.

Nicolas Ghesquière da la nota más alta por su ultima colección en Louis Vuitton, y en un largo mes de espectáculos, editores, y compradores que hacen listas de superlativas. Uno de los mejores espectáculos de la temporada los presento Nicolas, la cual estaba llena de piezas fáciles de amar, y de usar.
Entre 200.000 piezas de espejos rotos pegados a mano, Ghesquière nos mostraba el viaje de una mujer que podría ser una heroína digital, como una especie de Tomb Raider. Por otro lado a Nicolas Ghesquière se le conoce como el gran experimentador, gracias a su década y media en Balenciaga; aunque sus colecciones más queridas no golpearon ligeramente en la calle.
Para destacar, nos gustó mucho el aspecto de la cremallera frontal, las chaquetas moldeadas a la cadera que iban con pantalones bondage a la medida, y las capas de cintura cortada con solapas de protección exagerada. Toda esta diversidad de la ropa, fue acompañada de una amplia gama de bolsos, donde el más llamativo fue un estilo aparentemente inspirado en una bolsa de plástico de doble cargadera. Aunque también cabe decir, que la sección final de vestidos en lentejuelas, se parecía un poco a una colección de finales de los 9's0 del diseñador Martin Margiela.

































El Glamour danzante. Valentino RTW, Paris Fashion Week 2016.

La moda es cultural, y no sólo tiene que con la ropa; no importa qué tema apliquen a sus colecciones, lo importante es el fenomenal éxito que han construido dejando una identidad reconocible y que se viene desarrollando a lo largo de los años.
En una época en que pocos diseñadores han pensado en vestidos de noche, la gran variedad de piedras preciosas, los cristales bordados en vestidos de tul en tonos nude, el haz de la moda pública siempre en busca la vanguardia, esta temporada escogió formas más fluidas, más simples; los vestidos de jersey, las extraordinarias piezas en verde botella, y el terciopelo de seda de color champagne. Entre los largos, abrigos impecablemente adaptados, y los muy "atípicos" atuendos que saltaron fuera de una zanja en cuero negro, el glamour bailó cual Ballet Russes en la pasarela de la maison Valentino.
Definitivamente el cuento con Valentino se trata de la ropa que se compra para ser usada, además de ser apreciada por toda una vida.










La justicia a los clásicos. Chanel RTW, Paris Fashion Week 2016.

Esta vez no hubo ni aeropuerto, ni casino, ni jardín Zen; esta vez fue mas minimalista, personal y les dió mas crédito y atención a las modelos, siendo esta la forma clásica, la forma en que las colecciones se mostraban a los clientes en las casas de alta, fue como un recordatorio de la herencia de Chanel.
Todo fué un clásico de la casa Chanel en su más delicioso, y máximo esplendor, sin embargo, llegó en algún al final de la colección, Lagerfeld sacó su lado negro, donde dió forma a sombreros de ala de cuero con una correa que colgaba a un lado, botas de montar e impermeables de color caqui. Los trajes de tweed se intercalaban con el denim dando visos de los 80's. Y poco después de que fueron rociados con la gracia de los tonos de rosa.
Sin duda la principal lección aprendida, fue el retorno de la potencia del collar de perlas, que es insignia de la casa Chanel, el cual se usó por montón. ¿Pero, no se supone que menos es mas?































































































¡LA NOTA MAS ALTA DE LA MUSICA! PREMIOS GRAMMY 2020.

La 62 ° entrega anual de los Premios Grammy se dio ayer en Los Ángeles, este es el evento más importante del mundo de la música ha llegó a...